Los tonos de piel son una característica que varía ampliamente entre las personas y se clasifican en diferentes categorías de acuerdo con la cantidad de melanina presente en la piel. La melanina es el pigmento responsable del color de la piel, el cabello y los ojos.
Los tonos de piel se clasifican comúnmente en cuatro categorías principales:
Piel clara: Las personas con piel clara suelen tener una baja cantidad de melanina en la piel. Pueden tener cabello claro, ojos claros y tienen una mayor tendencia a quemarse con facilidad bajo la exposición solar.
Piel media: Las personas con piel media tienen una cantidad moderada de melanina en la piel. Tienen un tono de piel que puede broncearse con facilidad bajo la exposición solar.
Piel oliva: Las personas con piel oliva tienen una mayor cantidad de melanina en la piel en comparación con la piel media. Por lo general, tienen un tono de piel más cálido, pueden broncearse fácilmente y tienden a tener cabello y ojos oscuros.
Piel oscura: Las personas con piel oscura tienen una alta concentración de melanina en la piel. Tienen un tono de piel más oscuro, pueden broncearse fácilmente y suelen tener cabello y ojos oscuros.
Es importante destacar que estos son solo algunos de los tonos de piel más comunes y que la clasificación puede variar en diferentes culturas y regiones.
Además, es importante tener en cuenta que el color de la piel no debe ser motivo de discriminación o juicio, ya que todos los tonos de piel son igualmente hermosos y valiosos.
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